sábado, abril 29, 2006

¿A quién esperarías en el ocaso?

(El proyector cascado)

En una excursión al mar, el samurái Munezo Katagiri le dice a su criada Kie que es hora de que vuelva a casa y que rehaga su propia vida. Los acontecimientos que vive en silencio el pacífico samurái no son favorables y considera que es mejor para Kie su retorno. La delicada Kie intenta convencer al samurái de que ella se siente feliz con él haciendo sus tareas, pero Munezo insiste y se lo ordena. El deseo de su señor quiebra la dulce fragilidad de Kie, pero ella sostiene una sonrisa para él mientras las lágrimas incontenibles caen por su mejilla: “Si así lo desea, no tengo más que obedecer”.

Ésa es una de las bellas escenas de The hidden blade (La espada oculta). El honor y el amor en la última película que nos llega (y con bastante retraso) del veterano director Yoji Yamada. Un retrato de un samurái al final de una época, el comienzo de la occidentalización de un Japón dividido y convulso que cambia la espada por el fusil. Con una puesta en escena cuidada, realista y apacible, Yamada construye una película sin parches esteticistas, con una belleza humana en ocasiones abrumadora. La interpretación tan sentida de los dos personajes principales, la música puntual pero intensa de Isao Tomita y la hermosa historia narrada como una lección de cine hacen de esta película una de las mejores en estos últimos años. Es de agradecer las notas de humor cuando se nos muestra el torpe entrenamiento de los guerreros japoneses para formarlos como soldados al estilo occidental, todo eso junto a la entrañable relación del samurái y su criada, un contrapunto para los últimos acontecimientos.

The hidden blade tiene muchos puntos comunes con El ocaso del samurái, la primera película que descubrimos de Yamada el año pasado (film que estuvo nominado como mejor película extranjera en los Oscars). Ambas películas cuentan con dos batallas que hielan la sangre; narran la historia de un samurái que podría considerarse como fracasado por querer vivir una vida simple, ambos protagonistas reciben una orden superior que les obliga a tomar una decisión fatídica y encuentran en el filo de la espada el honor y el amor. Mientras Seibei (el protagonista de El ocaso del samurái) es un hombre cuya mayor ilusión es estar en casa con sus dos hijas y con su amor Tomoe, Munezo (en The hidden blade) se encuentra paulatinamente con más obstáculos que le impide vivir la vida que anhela junto a su amada Kie.

“¿Por qué me siento tan vacío?”, se pregunta Munezo cerca de un hermoso final, de esos en los que te quedas paralizado en la butaca para luego levantarte con un nuevo brillo en los ojos.

8 Comments:

Blogger Insanity dijo...

"“¿Por qué me siento tan vacío?”, se pregunta Munezo cerca de un hermoso final, de esos en los que te quedas paralizado en la butaca para luego levantarte con un nuevo brillo en los ojos."
Por qué?.

"Con quién esperarías el ocaso?"

Debe ser por el vino de viernes tinto; no me hagas caso.

5:43 a. m.  
Blogger Carlos (Sr. Chow) dijo...

¿Me lo preguntas a mí? ¿Te lo preguntas a ti misma? ¿Son preguntas retóricas?

"Debe ser por el vino de viernes tinto; no me hagas caso."

Al contrario, querida Insanity: es un esos momentos cuando más caso hay que hacer.

P.D: Algún día me contarás porqué entras al estudio de madrugada... ¡es un gran misterio!

4:09 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

¡¡Qué bonitas películas deben ser las dos de las que hablas en tu espacio!! Tengo que verlas, pero antes creo q deberías ver Deseando amar, ¿no crees Carlitos? jeje ^^

4:33 p. m.  
Blogger Insanity dijo...

Cantautor-no-mudo, preguntas retóricas, quizás...

Entro de madrugada por la diferencia de horario, creo; acostumbro a entrar durante la noche. Debes verlo como velar el sueño de amigos mientras duermen. Ves?...no hay ningún misterio, Carlos, ninguno.

PD: Muchas gracias.

10:18 p. m.  
Blogger Carlos (Sr. Chow) dijo...

Usuaria anónima (mi intuición me dice que eres una mujer...). Sí, yo te recomiendo que las visiones. Y yo no veo "Deseando amar", pertenezco a ella...

Un saludo, vuelve cuando quieras.


Mi muy querida Insanity: ¿por la diferencia de horario? ¿Te refieres en donde vives? Cuando vuelvas a pasear por aquí, si te apetece y no es mucha incumbencia: ¿revelarías desde qué lugar "viajas" para llegar a este estudio?

¿No hay ningún misterio? ¡Oh, sí! Alguien como tú esconde muchos misterios impresionantes, seguro.

P.D: No tienes que agradecerme nada.

8:22 p. m.  
Blogger Shh... dijo...

Qué bien que llego hasta tu rincón...
Espero ver pronto la película que me recomiendas porque me has llenado de ganas :P
Besos.

11:12 p. m.  
Blogger Carlos (Sr. Chow) dijo...

Y qué bien que yo llegué al tuyo.
Me he tomado la libertad de mirar la cartelera de Barcelona y parece que no está en cartel (eso sí, "El castillo ambulante" aún resiste allí).
A ver si te la ponen cerca, yo tuve la gran suerte de verla en V.O.S.E el último día que la proyectaban. Si no, habrá que esperar su lanzamiento en DVD ("El ocaso del samurái" sí está en DVD, ¡te la dejaria!).

P.D: Bonito vientre, ¿cómo, que bailas danza oriental? Mujer, ¿qué hago para ver tu arte?

Un saludo danzante. Sé siempre bienvenida, Najwa.

1:13 a. m.  
Blogger Insanity dijo...

Desde Brasil visito tu cálido estudio.
Alguien como yo no esconde misterios, Carlos; literalmente.
(Aunque no me creas :)

Eres un excelente escritor.
Felicidades, cantautor-no-mudo.
I.

5:45 a. m.  

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