domingo, julio 01, 2007

Desayuno en Polifonía

(Desvaríos noctambulares)

Holly Golightly es una chica libre y elegante, su forma de ganarse la vida atrae a muchos pero produce la desconfianza y la injuria de otros. Vive en un apartamento con sus pertenencias aún empaquetadas, tiene un gato sin nombre y con su guitarra canta una dulce canción en la escalera de incendios. Holly no le pone nombre a su gato porque lo recogió de la calle y asegura que no le pertenece, no hasta que encuentre un lugar que le pertenezca; esa es la razón por la que sus muebles son sus cajas, hasta que no se sienta de un lugar no piensa desempaquetar nada. Cuando a Holly le entra la malea (un miedo desconocido en el cuerpo), el único modo que tiene para quitársela es yendo a Tiffany’s y mirar sus brillantes vitrinas; lo que más le gusta es desayunar viendo los escaparates de la famosa joyería, ya que es el único lugar en el que se siente segura, el lugar donde nunca le pasaría nada. Sabe que el sitio que le pertenezca será como Tiffany’s.

A diferencia de Holly, yo sí tengo un lugar al que poder regresar, pero eso no significa que me sienta parte de aquél. De hecho, suelo sentirme fuera. La gente se mueve a un compás difícil de seguir y al mínimo retraso de mis torpes pies pierdo a todo el mundo. Pero no me quedo atrás, no, estoy en el centro, un centro abandonado y solitario, a mi alrededor la gente habla, se mueve y se relaciona con una facilidad abrumadora, yo sólo soy un observador.

Sin embargo, Holly en esos casos acapara toda la atención. En verdad no nos parecemos en casi nada, pero con ella comparto la inexactitud del lugar y la malea, el gato (tengo dos pero tienen nombre), y el hecho de que somos falsamente falsos: nos creemos toda la fantasía que nos inventamos. Como ella, siempre me quedará alguna canción que considere mía (de hecho compartimos el mismo gusto por Moon River). Bueno, tenemos muchas diferencias, claro, por ejemplo: yo no soy tan fiestero como ella, no me gusta estar en esos ambientes con tanta gente (decido meticulosamente asistir a alguna fiesta); y, obviamente, para nada tengo el encanto que ella tiene.

Quizás debería desayunar frente algún escaparate parecido al de Tiffany’s, sólo que a mí eso de los diamantes no me va, tendría que buscar el mío propio. Quizás sirva el de Polifonía, la tienda de música más grande y cara de Málaga, con todos sus instrumentos luciendo en su interior, también brillando como joyas.



4 Comments:

Anonymous Anónimo dijo...

¿De veras crees que Holly se relaciona con gente? Holly es uno de esos tímidos extrovertidos, por sus 'relaciones públicas', por necesidades, está en medio del barullo, pero nunca sabes realmente quien es y creo que ni siquiera ella está segura de ello.

Es una criatura frágil, que solo desea amar, y no consigue hallar la forma de encauzar su cariño. Juega a ser quien no es, y las jugadas no planificadas dan lugar a perdedores, como ella.

En todo lo que has dicho, estoy segura de tus puntos en común con ella, y supongo que como todos, te hallas perdido a veces, en el devenir de nuestro mundo.

Un saludete

8:13 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Yo tambien tiendo a creerme la fantasía que me invento, y se que es un error. ;)

10:00 a. m.  
Blogger sacris dijo...

Creo que tendré que ver esa película Sr Chow, a ver si encuentro con qué desayuno yo

Un abrazo!

9:18 a. m.  
Blogger * Kafka´s Doll * dijo...

"There was a very lovely, very frightneded girl. She lived alone except for a nameless cat..." Refugiarse en diamantes no me parece acertado, por mucho que deslumbren... Entre palabras, aunque se sea mudo, se está mejor. :)

2:42 a. m.  

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