El proyector cascado presenta...
El castillo ambulante
Una joven insatisfecha con su vida es trasformada en anciana a causa de una terrible maldición; un mago galante que deambula oculto en un castillo viajero; un mundo bajo el fuego de una insensata guerra…
En muy contadas ocasiones uno puede deleitarse en la sala oscura con películas de Hayao Miyazaki, el maestro del cine de animación, figura indispensable de su fábrica de sueños, el “Studio Ghibli”. El proyector cascado os presenta la crítica de “El castillo ambulante”, la última y aclamada película de Hayao Miyazaki, premiada en el festival de Venecia y en Sitges.
Miyazaki parte de la novela de Diana Wynne Jones para crear “El castillo ambulante”, aspecto también poco común, ya que suele partir de historias extraídas de su visionaria mente (“Kiki, la aprendiz de bruja” es su primer film adaptado de una novela). La historia de su novena película cautiva por su emotiva trama, que protagonizan una serie de personajes perfectamente definidos y que encandilan desde el momento en que aparecen en la pantalla. El cine de Miyazaki es cine tradicional, basta sólo deslumbrarse con esos cuadros a mano que construyen el film (perfilados con algunos sabios efectos digitales), cuadros móviles cuyo motor es una narrativa exacta, de corte clásico, lo delata la elegante y precisa elaboración de sus películas. Pero la temática del director no es precisamente convencional: con su desbordante imaginería visual, Miyazaki lo demuestra de nuevo, impresionando una vez más a crítica y público. “El castillo ambulante”, desde su inconmensurable experiencia sensorial, y con la magia que sólo su director sabe hacer, cala muy hondo en el espectador, haciendo temblar nuestro inconsciente con la sabiduría y el valor que guardan sus secuencias. Como cualquier otro film de su filmografía, Miyazaki es capaz de dibujarnos una sonrisa, de hacernos sentir un rítmico y aventurado temblor en el cuerpo y, al descuidarnos, conmovernos con un escalofrío acuoso y ensordecedor. Como la vida misma, sólo que con una pincelada de fantasía.
La incertidumbre que encierra Sophie y la evolución de su personaje, el terrible secreto de Howl, el falso esteriotipo de los antagonistas, los encantadores secundarios, el diseño y el movimiento del castillo, la evocadora música de Joe Hisaishi (impecable el nostálgico tema principal, de lo mejor que se ha compuesto últimamente para cine) y la belleza del conjunto: puras y sensatas emociones, de eso se compone “El castillo ambulante”. Veamos si esta noche Miyazaki gana su segundo "Oscar" en la candidatura al mejor film de animación (ya consiguió el galardón con “El viaje de Chihiro”, además del "Oso de Oro" de la Berlinale).
“El castillo ambulante” se habría convertido en una obra maestra redonda si su guión no hubiese pretendido abordar demasiado, un guión que cierra de forma un tanto atropellada algunas de las conclusiones del film. Aun así, la virtuosa película brilla: es una joya más de un director que sabe contar historias para niños con una perspectiva adulta (sublime el retrato de la joven y anciana Sophie, atención a los valores que se esconden en el film).
Es lógico que “El castillo ambulante” no alcance la cota sublime de la cinematografía del maestro (“La princesa Mononoke”, “El viaje de Chihiro”, "Porco Rosso", "Mi vecino Totoro"...), y me resulta escabroso otorgar un puesto exacto a este nuevo film respecto a sus otras maravillas. De todas formas, “El castillo ambulante” es Miyazaki, y sigue siendo el mejor en su género, un placer, una experiencia inolvidable. Y como han de pasar varios años para poder ver una nueva película del maestro japonés, antes de que desaparezca de la cartelera, os confieso que necesito visitar otra vez el interior de este castillo ambulante (siempre y cuando su pequeño y chispeante guardián, el demonio gruñón Calcifer, me permita entrar de nuevo).
En muy contadas ocasiones uno puede deleitarse en la sala oscura con películas de Hayao Miyazaki, el maestro del cine de animación, figura indispensable de su fábrica de sueños, el “Studio Ghibli”. El proyector cascado os presenta la crítica de “El castillo ambulante”, la última y aclamada película de Hayao Miyazaki, premiada en el festival de Venecia y en Sitges.
Miyazaki parte de la novela de Diana Wynne Jones para crear “El castillo ambulante”, aspecto también poco común, ya que suele partir de historias extraídas de su visionaria mente (“Kiki, la aprendiz de bruja” es su primer film adaptado de una novela). La historia de su novena película cautiva por su emotiva trama, que protagonizan una serie de personajes perfectamente definidos y que encandilan desde el momento en que aparecen en la pantalla. El cine de Miyazaki es cine tradicional, basta sólo deslumbrarse con esos cuadros a mano que construyen el film (perfilados con algunos sabios efectos digitales), cuadros móviles cuyo motor es una narrativa exacta, de corte clásico, lo delata la elegante y precisa elaboración de sus películas. Pero la temática del director no es precisamente convencional: con su desbordante imaginería visual, Miyazaki lo demuestra de nuevo, impresionando una vez más a crítica y público. “El castillo ambulante”, desde su inconmensurable experiencia sensorial, y con la magia que sólo su director sabe hacer, cala muy hondo en el espectador, haciendo temblar nuestro inconsciente con la sabiduría y el valor que guardan sus secuencias. Como cualquier otro film de su filmografía, Miyazaki es capaz de dibujarnos una sonrisa, de hacernos sentir un rítmico y aventurado temblor en el cuerpo y, al descuidarnos, conmovernos con un escalofrío acuoso y ensordecedor. Como la vida misma, sólo que con una pincelada de fantasía.
La incertidumbre que encierra Sophie y la evolución de su personaje, el terrible secreto de Howl, el falso esteriotipo de los antagonistas, los encantadores secundarios, el diseño y el movimiento del castillo, la evocadora música de Joe Hisaishi (impecable el nostálgico tema principal, de lo mejor que se ha compuesto últimamente para cine) y la belleza del conjunto: puras y sensatas emociones, de eso se compone “El castillo ambulante”. Veamos si esta noche Miyazaki gana su segundo "Oscar" en la candidatura al mejor film de animación (ya consiguió el galardón con “El viaje de Chihiro”, además del "Oso de Oro" de la Berlinale).
“El castillo ambulante” se habría convertido en una obra maestra redonda si su guión no hubiese pretendido abordar demasiado, un guión que cierra de forma un tanto atropellada algunas de las conclusiones del film. Aun así, la virtuosa película brilla: es una joya más de un director que sabe contar historias para niños con una perspectiva adulta (sublime el retrato de la joven y anciana Sophie, atención a los valores que se esconden en el film).
Es lógico que “El castillo ambulante” no alcance la cota sublime de la cinematografía del maestro (“La princesa Mononoke”, “El viaje de Chihiro”, "Porco Rosso", "Mi vecino Totoro"...), y me resulta escabroso otorgar un puesto exacto a este nuevo film respecto a sus otras maravillas. De todas formas, “El castillo ambulante” es Miyazaki, y sigue siendo el mejor en su género, un placer, una experiencia inolvidable. Y como han de pasar varios años para poder ver una nueva película del maestro japonés, antes de que desaparezca de la cartelera, os confieso que necesito visitar otra vez el interior de este castillo ambulante (siempre y cuando su pequeño y chispeante guardián, el demonio gruñón Calcifer, me permita entrar de nuevo).
Quizás nos encontremos allí.
5 Comments:
Hola, Carlos. No se han cumplido tus pronósticos, el Oscar se lo ha llevado la peli de la plastilina. Después de tu información por supuesto que la veré -me encantaron la Princesa Mononoke y El viaje de Chihiro-.
¿Podrías poner postcast con el programa de radio?, es que los martes a esa hora no voy a poder oírlo.
¡Gracias Florecilla! No, no se lo ha llevado... pero se perdona porque (aunque no he podido verlo aún), el trabajo de "Wallace & Gromit" seguro que merecía la estatuilla. Ya me contarás cuando veas la obra de Miyazaki, ¿vale?
Respecto al programa, soy un poco tímido, pero intentaré ponerlo, ¿vale? Gracias por tu interés, mujer, me entusiasma mucho. Y te agradezco de veras poder oler tus pétalos por aquí.
¡Ciao fiore!
Buena critíca... pero demasiado positiva, habrá que verla ¡para sacar las negativas! ;)
ñe! no he leido tu post, que lo sepas... por q quiero ver esa peli antes de saber absolutamente nada de ella y asi formar una opinion propia para refutar o contradecir lo que aki escribes.
A veeeer!!! quien se viene conmigo a verla??
Mayka y Súcubo, gracias por vuestros comentarios. El estudio está abierto para todas las señoritas.
Florecilla: finalmente no pude grabar el programa de radio: no teníamos reproductor de mp3 y la emisión por Internet se ha escacharrado... Veamos cuánto dura.
¡Gracias por tu interés!
Saludos.
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