sábado, octubre 28, 2006

La verdadera naturaleza del desamor (I)

(El proyector cascado)

Me lo tomo como un regalo en este último y mustio año de carrera. La UMA (Universidad de Málaga) me sorprende enormemente con uno de sus ciclos de cine. Los encargados del Vicerrectorado del Cultura han elegido al cineasta chino Wong Kar-Wai. “Aquí tienes, anda”, creo que me dicen al ver el cartel del pasillo.



Con el título de La verdadera naturaleza del desamor, ayer noche se inauguró el ciclo con la ópera prima del honkonés.
As tears go by (El fluir de las lágrimas), de 1988. Quizás no es la mejor elección reservar el primer puesto para su debut (si la selección hubiese sido en modo cronológico sí, pero no es así), una película bastante interesante para su año que retrata el Hong Kong ochentero y las redes mafiosas pero con gran sensibilidad en el terreno dramático. Con sus limitaciones técnicas, Kar-Wai entrevé los vestigios de su imaginería tan personal donde todo está al uso de una sobrecogedora poesía visual abierta a todo un crisol de sensaciones. As tears go by cuenta un historia algo reiterativa sobre los líos mafiosos de dos hermanos (provocados por el impetuoso carácter del hermano menor); sin embargo, cuando el mayor se enamora decide dejar ese peligroso mundo. Pero un nuevo problema le obliga siempre a volver…
Una música que se emplea de modo irregula
r (no os preocupéis, se vuelve todo un maestro en sus siguientes películas…). La cámara, ese ojo de Kar-Wai ya se mueve ágil, y en su montaje intrépido e improvisadamente estudiado se intuye el comienzo de sus preciosas coreografías.


Wong Kar-Wai ha cambiado mi forma de ver las cosas. Asistir en pantalla grande a la mayoría de sus obras (As tears go by y Days of being wild -Días salvajes- por primera vez) en cine, en versión original, es un regalo. O más bien, una puñalada: ya que después de cada película, el director chino me deja en ese estado de inconsciencia emocional que sufren sus personajes.

"Mientras más trates de olvidar algo, más se quedará en tu memoria. Una vez oí que alguien dijo que si vas a perder algo, la mejor forma de conservarlo es mantenerlo en tu memoria."
Diálogo de Ashes of time.

martes, octubre 24, 2006

Detalle de un documento de una exposición

(Tinta fresca)


Contrato de maestras - 1923


Este es un acuerdo entre la señorita………… , maestra, y el Consejo de Educación de la Escuela………… por el cual la señorita…………… acuerda impartir clases durante un periodo de ocho meses a partir del…………… de septiembre de 1923. El consejo de Educación acuerda pagar a la señorita…………… la cantidad de (* 75) mensualidades.

La señorita………… acuerda:

1.- No casarse. Este contrato queda automáticamente anulado y sin efecto si la maestra se casa.
2.- No andar en compañía de hombres.
3.- Estar en casa a las 8:00 de la tarde y las 6:00 de la mañana, a menos que sea atender en función escolar.
4.- No pasarse por heladerías del centro de la ciudad.
5.- No abandonar la ciudad bajo ningún concepto sin permiso del presidente del Consejo de Delegados.
6.- No fumar cigarrillos. Este contrato quedará automáticamente anulado y sin efecto si se encontrara a la maestra fumando.
7.- No beber cerveza, vino ni whisky. Este contrato quedará automáticamente anulado y sin efecto si se encuentra la maestra bebiendo cerveza, vino o whisky.
8.- No viajar en coche o automóvil con ningún hombre excepto su hermano o su padre.
9.- No vestir ropas de colores brillantes.
10.- No teñirse el pelo.
11.- Usar al menos dos enaguas.
12.- No usar vestidos que queden a más de cinco centímetros por encima de los tobillos.
13.- Mantener limpia el aula.
a) Barrer el suelo al menos una vez al día.
b) Fregar el suelo del aula al menos una vez por semana con agua caliente.
c) Limpiar la pizarra al menos una vez al día.
d) Encender el fuego a las 7:00, de modo que la habitación esté caliente a las 8:00, cuando lleguen los niños.
14.- No usar polvos faciales, no maquillarse ni pintarse los labios.




domingo, octubre 15, 2006

La panacea de la duermevela

(Desvaríos noctambulares)

Resulta que de un tiempo a esta parte me cuesta coger el sueño. Por suerte, no llega al punto de duermevela constante que sufrí meses atrás. Tardo en dormir, pero cuando caigo inconsciente mantengo el sueño del tirón como un campeón.

El jueves fui a unos baños termales en Granada, nunca había ido y siempre he querido meter mi cuerpecito en alguno. Por mí, todas las playas y piscinas del mundo serían termales… soy muy friolero, por eso no puedo estar más de cinco minutos sumergido en agua fría, pasado ese breve intervalo de tiempo, seguro que quedaría enfrascado en un cubito de hielo. Tuve una idea ilusa: estaba en los baños termales y se me ocurrió sumergir la cabeza e imaginar que todas las telarañas que tenía se deshacían entre el agua y las rocas. Por supuesto, ni qué decir tiene que esa fantasía de niño de veintiún años fue lo único que se disolvió por su ridícula consistencia.

Días antes de zambullirme en los baños, en uno de los autobuses de vuelta de la universidad, me encontré con una amiga con la que no coincidía hace tiempo. Es un poco loca, dice ella, pero se trata sólo de un exceso de nerviosismo, como yo. Así que intercambiamos nuestras locuras. Comentamos los burdeles horteras que hay en el camino (le dije que de uno de ellos se ha adueñado mi jefe del bar y que por eso se ha convertido en un pub latino…), entre otras cosas, me habló de la providencia escrita en las líneas de la palma de la mano. Me dijo que mis líneas eran largas pero apenas visibles. “¿Y eso qué significa?”, pregunté. “¡Pues yo qué sé!”, y sugirió: “una vida larga pero poco intensa”. No creo en esas cosas, me divierte saberlo por curiosidad, como dicen otros tantos. Pero la verdad es que su respuesta fue una punzada más o una de mis obsesiones diarias sobre la banalidad existencial (tema que merecería varios desvaríos noctambulares con largos capítulos y volúmenes, pero supondría desnudarme demasiado).

Mirad: escribo menos y cargo el estudio con desvaríos ridículos. Si alguien entrara por primera vez en este blog y leyera este post tendría motivos más que suficientes para dirimir lo estúpido que resulta. No busco palabras comprensivas, la verdad es que hoy día nadie tiene el poder de regalármelas con el efecto de una panacea.
Venga, para la próxima algo gracioso, o un relato bajo el flexo, no sé... Qué poca motivación, malditas líneas de las manos, ¿y si me las rotulo? Puede que el olor a pintura fresca del portón recién pintado me esté colocando. Y eso que dentro de dos semanas tengo que pintar el cuarto-estudio. ¿Y para qué lo pintaré si ustedes lo veis siempre de negro?

domingo, octubre 08, 2006

La reina del showarma

(Desvaríos noctambulares)


Donde las haya tenaz
mujer de cartas boca arriba,
siempre dispuesta a entregar
antes que sus armas su vida.

Mujer hecha de algodón,
de seda, de hierro puro.

Seda y hierro, Antonio Vega.


La encontré detrás de alguna pesada máquina del gimnasio. Me llamó la atención, pero no precisamente por su indudable belleza, ni tampoco por sus rasgos latinos… había cierta sensación de déjà vu escondido en esa morenita piel.
Nos saludamos un par de veces en aquella sala de músculos revolucionados, un par de gestos casi por compromiso... Así que fue en una de las millones de vueltas nocturnas, pasando por El rey del showarma, aquel local de camperos, roscas y demás aperitivos de comida rápida -pero sana-, cuando la descubrí atareada detrás de la encimera de la cocina. ¡Claro! Era la morenita del showarma, el déjà vu tenía sentido. Venida de Buenos Aires de Argentina, allí estaba ella: trabaja atendiendo los pedidos de los hambrientos quinquis que frecuentan ese cubículo cargado de calor y de aceite, casi todos los días, ganándose su salario (la plata, mejor dicho).

Dejé de ir al gimnasio por culpa de los estudios de septiembre, ese mes que me encerró en el trabajo forzoso de un decepcionante bar. Ella también dejó de ir, pero alguna que otra semana iba a cenar al showarma, solo o con amigos. Recuerdo con gracia cómo una vez, a la hora de pagar, nos confundimos con el cambio y, en verdad, me fui sin liquidar mi cuenta; cuando me percaté del error y volví a entrar, ella me preguntó al verme, con su acento argentino: “¿qué pasó?”. Me pareció muy gracioso.

En otra ocasión no había nadie a quien atender y me preguntó si seguía en el gimnasio. Empezamos a hablar sobre nosotros. Yo le confesé mi pasión por el tango de Piazzolla, por el cine de Campanella y de Aristarain. Y ella, amablemente, me descubría el significado de algunas expresiones argentinas que escuchaba en los tangos y en películas como Martín Hache…“¿No la has visto? ¡Yo te la dejo, tienes que verla!”.

Me enseñó una foto de su hija de dos años, una pequeña criatura lindísima. Pero, lo que más me encanta es un detalle de la madre: en el antebrazo derecho tiene tatuado un kanji chino que reza la primera sílaba del nombre de su niña. Aquel vínculo tan poderoso, esa tinta indeleble inscrita en sus venas me contagia de arrobo, además de parecerme algo entrañable.
Pocas visitas después descubrimos que vivíamos casi en la misma calle, y en algún que otro encuentro fortuito la acompañé hasta su casa. Me confió algunas preocupaciones e intimidades, su nostalgia tanguera, como dice Cecilia Roth en el film de Aristarain. Así que no pude evitar preocuparme por ella; conversando, creo que sin éxito, intentaba divertirla.

La última noche me la encontré sentada en el umbral de El Rey del Showarma, descansando tras un agotador día de trabajo (mejor dicho, laburo). A esas horas se relajaba, refugiándose en silencio tras el humo lento de un cigarro. Me fijé en su rostro, tiene en sus facciones algunos trazos, como estacadas de madurez. De esas marcas parece intuirse cierta tristeza y cansancio, pero está llena de fuerza y vitalidad: cuando rompe esas líneas con su risa lo corrobora. Tiene una poderosa sonrisa.

Me dijo que aún no se acostumbraba al o al para ti, que seguía diciendo vos. Dirimí exacerbado que no tenía porqué acostumbrarse, que no perdiera su voseo, ni su melodioso acento, forma parte de ella y de su lengua, que no impide el castellano que lo siga usando. Un tanto exagerada mi reacción, pero de verdad me pareció un detalle muy importante.

El caso es que tengo una extraña admiración hacia ella, un profundo respeto; creo que es porque representa para mí una madurez que yo aún no alcanzo a ver, entre otras opacidades y reminiscencias dífíciles de aclarar. El fragmento de la canción de Antonio Vega me ha recordado a ella, define mucho mejor lo que pretendo explicar. Aunque mi asombro es un tanto ciego, tengo la firme sensación de que es una mujer hecha de algodón tostado, de seda, de hierro puro.
Ya sé que lo vuelvo a repetir, pero me causa una enorme admiración.


Ilustración de Samagarú.

miércoles, octubre 04, 2006

Se lee pero no se toca (y II)

(Tinta fresca)

¿Os acordáis del debate que hubo hace unas semanas en este blog y en el de Atreyu y compañía sobre la Ley de la Propiedad Intelectual, el derecho de cita y la SGAE? Recopilé los comentarios y dudas de los participantes y se las mandé a Andy Ramos, un estudioso y experto del tema. Utilicé (espero que no me denunciéis…) citas con algunas frases vuestras.
Esto es lo que Andy Ramos, tan amablemente, ha respondido:
Sr. Chow: Bueno, la gente en general puteó (y perdona la expresión), la actitud mafiosa de la SGAE y de CEDRO: Algunos dudaban de la capacidad de estas organizaciones de buscar y denunciar con éxito a los blogueros que citan, ya que creen que les faltarían datos personales concretos a donde dirigir la denuncia; teniendo en cuenta, además, de la rápida posibilidad de eliminar las entradas, borrando así "las pruebas" del delito.

Andy Ramos: Bueno, lo de mafiosa... en fin, yo no defiendo las entidades de gestión, cuando creo que se les debe de dar caña se la doy, pero creo que es muy sencillo criticar a SGAE & Cía porque parece que ahora "está de moda", pero te aseguro que todos los que les critican no saben ni una décima parte del funcionamiento de dichas entidades. Te propongo una prueba, habla con cualquier persona del sector del entretenimiento que no trabaje en SGAE, etc. y pregúntale qué opinión tiene de estas entidades, ya verás que todos te dirán que sí, que bien, pero que desde luego no se merecen la fama que tienen. Estas organizaciones, sobretodo SGAE, EGEDA y AGEDI, tienen capacidad para denunciar con éxito a los bloggers; en el caso de SGAE, tiene una serie de tecnologías ("spiders") que monitorizan la red en busca de material de su repertorio y CEDRO, tiene algo parecido. En estos casos, se suelen hacer copias de los blogs y, ya bien protocolizarlos ante Notario o hacer "hash" y "mirrors" para tener una copia fehaciente de que se vulneraron los derechos de sus representados. Y todo ello lo hacen, por supuesto, sin que el blogger lo sepa, antes de la carta solicitando el desistimiento de la infracción de derechos de autor.

Sr. Chow: Hay quien cree que la solución está en indicar en tu blog, "en un lugar visible, que no te haces responsable del uso que se le vaya a hacer a ese post, o mejor, que queda prohibida la reproducción total o parcial del mismo...".Pero enseguida le hicimos ver que para conseguir eso tienes que registrar tus propios textos. "¿Cómo prohíbes que yo no copie una entrada de tu blog?". Y que esa advertencia no te exime que cites otras obras... Pero, y ahora viene otra duda: supuestamente, aunque no registres tus textos, por el hecho de haberlo escrito y publicado: ¿el estado no te lo protegía por norma general? Me estoy refiriendo a tus propios textos originales...

Andy Ramos: Pues sí, lo de "eximirse de responsabilidad..." como que no, podrás poner el aviso, pero no dejará de ser eso, un aviso. Las leyes de derecho de autor te protegen desde el mismo momento que eres autor, es decir, desde el momento en el que creas una obra. De este modo, no hace falta que vayas a ningún sitio ni a ningún registro para que el ordenamiento jurídico proteja tu creación.

Sr. Chow: También se apoyan en la posibilidad de hacer ligeras modificaciones al texto original para que no sean literales y no se pueda probar la copia. (Uff, esto es muy peligroso... ¿verdad Andy? ¡Te pueden condenar por multiplicado!).

Andy Ramos: Lo de ligeras modificaciones, como dices, es un arma de doble filo, podrías hacer ligeras modificaciones a una noticia, quedándote con la esencia que es la noticia en sí, con los hechos y datos que dé otro periódico y redactándolo de nuevo. Eso sí sería legal. En cambio, no podrías coger, por ejemplo, "Cien Años de Soledad" de García Márquez, hacerle "ligeras modificaciones" y explotarlo, porque ello conllevaría, como dices, una transformación, con las consecuencias jurídicas que tendría.

Sr. Chow: Otro punto se centra en páginas geniales con YouTube: son legales, perola componen muchos videos ilegales, sin el consentimiento del autor o la empresa que tiene el derecho de explotación. Sin embargo, ahí están esos videos, y si enlazamos uno de estos en nuestra web, se considera delito porque enlazo o pongo a disposición un video ilegal. Pero resulta que ese video ilegal viene de una página web legal que, de hecho, me invita a enlazarlo (es una de las opciones de YouTube). No estamos en contra de YouTube, todo lo contrario, es una página muy interesante, una batidora de videos de acceso cultural (muchos no lo son, claro...). Resumiendo, y citando a mi hermano:"Si acudo a una página legal para realizar un enlace a mi blog, considero que dicha web es la responsable de cualquier cuestión legal al respecto, ya que es la que debe preocuparse -le va la legalidad en ello- en comprobar sus contenidos, y el usuario acude de buena fe."

Andy Ramos: A ver, que una página sea legal (que creo que lo son el 100% de las páginas de Internet) no quiere decir que su contenido lo sea (que ya ahí el porcentaje baja).A las personas nos gusta mucho eximirnos de responsabilidad, decir "yo no soy responsable", pero en determinadas ocasiones realizamos actos que tienen y deben tener consecuencias. Es evidente que si yo facilito un tipo de contenido en mi web que lesiona los derechos e intereses comerciales de otra persona, yo debo responder en cierta medida por dicha acción, como no podría ser de otra forma. Como le pido a todo el mundo cuando tienen que analizar un caso así: imagínate que tú eres un compositor y cantante que acaba de sacar un disco con una discográfica que sobrevive gracias a las pocas ventas de sus artistas, pero alguien pone ese disco en un servidor de Internet, más o menos accesible/localizable, para tí eso es una faena porque llevas meses trabajando y muchas noches en vela. Aunque el disco está ahí, no mucha gente se lo descarga porque el que ha puesto el disco en ese servidor no tiene demasiadas visitas, pero claro ahora llego yo que tengo miles de millones de visitas y enlazo desde mi blog al servidor donde está tu disco. Yo no pongo directamente el disco en mis servidores, sino que le digo a la gente "haz clic aquí y te descargarás el disco de esta persona"; el perjuicio que ocasiono será posiblemente mayor que el que ocasiona el que tiene el disco en su web, a pesar de que éste es el que cometió el primer ilícito. En resumen, con esta historia quiero expresar que es razonable y necesario establecer algunos límites a la exoneración de responsabilidad por parte de los internautas, y que siempre que el internauta sepa que está infringiendo los derechos de otros, debe ser responsable en cierta medida por su acción. Es evidente que cuando alguien enlaza a un videoclip de Shakira de YouTube sabe que ese vídeo se ha puesto sin autorización, por lo que el contenido no es "tan legal"; además, "el desconocimiento de la ley no exime de su cumplimiento". Si desconoces algo, infórmate como estás haciendo tú.

Sr. Chow: Alguno que otro se ampara en este texto: "En absoluto. Si no dedicas tu blog a fines comerciales (p.ej. insertando publicidad) puedes reproducir textos de otros, amparándote en que sea para su análisis, comentario o juicio crítico. Repasa los artículos 31.2º (uso privado del copista) y 32 (citas y reseñas). Es una práctica muy extendida. Yo estaría tranquilo, si no se abusa."Claro, mi hermano le respondió: "Precisamente en el artículo 32 (Citas y reseñas) se especifica que la cita "sólo podrá realizarse con fines docentes o de investigación"."

Andy Ramos: Pues sí, tu hermano tiene razón, la persona que explicó el 31.2 y el 32 está un poco desviada del camino correcto. Da igual que tu web tenga fines comerciales o no, que tenga publicidad o no, si reproduces textos tienes que solicitar autorización. Desde mi punto de vista, el derecho de cita debería ser ampliado para abarcar cualquier tipo de utilización, no sólo con fines docentes y de investigación sino cualquier otro, pero desgraciadamente hoy en día no es así. Además, dile a los visitantes de tu blog que se vayan olvidando de eso del ánimo de lucro; ese es un requisito penal, no civil, es decir, puede haber infracción de derechos de autor sin que haya ánimo de lucro. Si hago mil copias de un Cd y las distribuyo por la calle a 3 euros cada una, eso es un delito porque hay ánimo de lucro, pero si las doy gratis (no hay ánimo de lucro, lo contrario, me cuesta a mí dinero), hay un ilícito civil porque vulnero el derecho de distribución de los autores, como no podría ser de otra forma.

Sr. Chow: ¡Menuda lata te estoy dando! Perdona si encuentras algún error en el correo, lo he escrito rápidamente...

Andy Ramos: Lata ninguna, es un placer responder a las dudas de tus lectores. Espero que todo te haya quedado un poco más claro. Si no es así, ya sabes dónde estoy. Un fuerte abrazo y hasta pronto.

Así está la cosa, amigos y amigas.
ecoestadistica.com